Neófito
Vean en pocas líneas la magna tarea que me ha tocado desempeñar en el siguiente relato. Queda librado a la interpretación individual y con qué oídos serán escuchadas mis palabras, pues la traducción que cada mente efectuará será dependiente de los conceptos que se hallan cultivados consciente o inconscientemente a este momento, y los conocimientos que formarán el acervo espiritual que funcionarán como llave de acceso a los arcanos esparcidos en la creación, y como parte de ella, en mi narración.
Los pasos que ha dado el hombre en este mundo han sido todo menos firmes; lo han llevado a deambular sin rumbo por los confines más inhóspitos, endureciendo su sentir y buscando la mera supervivencia, pero en esas bocanadas de aire tras agotadoras travesías asfixiantes, si logra un poco de estado consciente, tal vez sea capaz de formularse el interrogante: “¿Para qué estoy haciendo lo que estoy haciendo? ¿Para qué vivo?” He allí el malestar que aqueja de continuo a todos, a mí incluido, y por ello, os llevaré en un recorrido que brindará la luz a la oscuridad reinante en que a tientas todos hemos estado recorriendo deseando en vano no tropezar con lo desconocido, que brindará un poco de respiro sosegador a la toxicidad sofocante, que hará sentir un poco de esperanza a quien lo anhele.